jueves, 11 de septiembre de 2008

Siete años sin torres.


El 11 de septiembre de 2001 también fue el día del maestro.

No había clases y, en familia, transitábamos por la General Paz hacia Luis Guillón.

En la radio, Pergolini relataba lo increíble: Una avioneta se estrelló accidentalmente contra una de las Torres Gemelas de New York.

Enseguida, la avioneta no era tal y un segundo avión repetía la escena como en una imagen espejada.

De un lado y del otro, las dos Torres habían sido heridas por dos aviones comerciales.

Al rato la herida fue muerte.

Muerte de hormigón y fierros retorcidos.

Muerte de miles de personas.

Atentado.

Quedó grabado en nuestras mentes para nunca más olvidarnos de semejantes imágenes.

Hoy todos recordamos qué hacíamos en ese momento.

No lo vi en directo.

Lo escuché por radio.

Lo siento aún hoy.


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