martes, 9 de septiembre de 2008

Volvió una tarde.


Los lunes son raros.

Feos.

Es el día de la semana que nadie quiere vivir.

Para un grande del deporte de todos los tiempos, ayer fue un lunes distinto.

Lindo.

El día que quería vivir desde hace mucho.

Por esas cosas de los huracanes y las tormentas New York postergó la final del US Open para un lunes y lo convirtió en un "Feliz Domingo" para el Super Roger.

Volvió.

Agarrate Rafa.

Porque este año la computadora es inexpugnable.

Y el suizo quedará como número dos cuando termine el Masters.

Pero ayer hubo sol y huracán en Flushing Meadows.

Se vió al mejor de los mejores en su mejor versión.

Hizo todo.

Pegó como nunca.

Festejó como nunca.

Y se llevó a su casa el 13° título de Grand Slam.

Un grande.

Volvió.

Para alegría del lunes.

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