Imágenes del Sin Tiempo.

Cada vez que vuelvo al barrio veo a mis amigos.
Los de antes.
Al negro López, al trote y al galope.
Así le decíamos y por esas rimas un día nos enfrentamos a piñas.
A su primo Sergio, pelado como nunca.
O como siempre.
Porque cuando terminamos el colegio se hizo militar.
Al gordo Vicente, al flaco Marcelo, al enano Francisco…
Veo a todos los que nunca más vi.
Están iguales.
Yo tengo canas.
Dolores.
Arrugas.
Ellos siguen sentados en los cordones de la vereda.
Y jugando a la bolita en las calles de tierra.
Nada cambió.
Sólo yo.